Cuidados y consejos para la piel después de quemarte con el sol

Llega el verano, las vacaciones y con ello los primeros rayos de sol a nuestra piel en la piscina, playa o en nuestra terraza tomando el sol. Broncearse en verano se ha convertido en un ‘must’ y muchas veces, no se toman las precauciones adecuadas y nos exponemos a un gran riesgo para nuestra salud.
Tal y como indica la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), en los últimos cuatro años, el cáncer de piel ha aumentado un 38%. Por ello, es muy importante aplicarse las cremas protectoras debidas para prevenir las quemaduras, y también, evitando el sol cuando la temperatura es mayor.
Si aun así nos quemamos, os dejamos unos consejos para remediar, en la medida de lo posible, el daño causado.
Consejos y cuidados:
La primera acción es bajar la temperatura de la piel:
- Aplicar frío, aunque es algo desagradable es la mejor manera de detener esa quemadura.
- Se puede hacer duchas o baños con agua fría y evita baños de agua salada o con jabones ya que pueden irritar más la piel.
-El segundo paso es hidratar la piel con productos nutritivos y regeneradores. Los componentes que podemos encontrar como efectivos son la centella asiática, la vitamina E, la lavanda, el ácido hialurónico o gel de aloe vera.
-Después de una quemadura solar, la piel se vuelve seca y tirante y suele picar. Es muy importante nutrirla bien a ser posible con productos que a la vez ayuden a su cicatrización. Posteriormente, la piel se va a pelar y a su vez se vuelve mas sensible a una nueva exposición solar. Hay que hidratar continuamente hasta que esté totalmente cicatrizada.
Es muy importante cuidar nuestra piel en todas las épocas del año, pero en verano más. Tomar el sol sin protector solar es un error, los daños pueden ser irreversibles.